A oscuras,
advierto la mentira en esos ojos que te he dicho son luceros,
miro la bóveda del cielo y con tantas luces ajenas a mi vista,
que sé, allá se encuentran por el recuerdo de años viejos,
la misma bruma, luz opacada por miedo y desconfianza condensada
oculta intenciones que desespero por conocer
A oscuras,
noto sombras que danzan acompasadas por doquier,
el viento trae perfume que huele a sudor y miedo,
ese que con suspiros arranqué y que al parecer,
no se ha olvidado de transformar el viento en veneno,
y me obliga a seguir mirandote, queriendote
A oscuras,
tambien en tu pecho escucho una inquietante arritmia,
la remilgosa piel se eriza con el toque exacto,
sediento como siempre y nunca de la ansiada caricia,
conozco lo que he de dar y lo que recibo debido al pacto,
que muero por romper y muero por renovar
domingo, 30 de agosto de 2009
miércoles, 26 de agosto de 2009
Fuera
Un huracan levanta los elefantes cual plumas, cual hojas de otoño.
Empieza allá lejos en el polo sur o el polo norte,
donde el frio que te hace rechinar los dientes al principio,
que te convierte en estatua después,
que evoca el calor de un bello recuerdo
y lo sepulta bajo toneladas de desconsuelo.
Avanza cual serpiente hiriendo la delicada tierra,
que gusta por sentir el ansiado roce,
y a la vez desbaratando la propia piel que quema,
que prefieres no tener queriendo estar desnudo
y mostrar la esencia la tragedia y el orgullo.
Termina en tus labios y en la puerta de tus ojos,
donde se encuentra un nuevo comienzo,
se distingue la estela de fuego del fenix,
que ha consumido ya los miedos y tribulaciones
e invita al festin donde retumban los tambores.
Para ti.
Empieza allá lejos en el polo sur o el polo norte,
donde el frio que te hace rechinar los dientes al principio,
que te convierte en estatua después,
que evoca el calor de un bello recuerdo
y lo sepulta bajo toneladas de desconsuelo.
Avanza cual serpiente hiriendo la delicada tierra,
que gusta por sentir el ansiado roce,
y a la vez desbaratando la propia piel que quema,
que prefieres no tener queriendo estar desnudo
y mostrar la esencia la tragedia y el orgullo.
Termina en tus labios y en la puerta de tus ojos,
donde se encuentra un nuevo comienzo,
se distingue la estela de fuego del fenix,
que ha consumido ya los miedos y tribulaciones
e invita al festin donde retumban los tambores.
Para ti.
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