De las cosas que más molestan como mosca empecinada, es el sentir que soy esclavo. Puede ser la idea solamente pero ya sea del trabajo, de una relación, del dinero, de un recuerdo, de una creencia, de una sustancia...
Estaba nevando como suele hacerlo por esos lugares, en el garage estuvimos sobre el vehiculo platicando, yo a manera de reproche, le preguntaba porque no había vuelto en tanto tiempo. Esquivó mi mirada y me dijo -tu sabes...
Yo sabía. Pero tenía que oirselo decir.
Era por verguenza, por la incapacidad de poder controlarse y dejar de hacer... lo que hacia continuamente. Es su esclavo, y cuando es uno el esclavo de algo o alguien las cosas que más importan para uno pasan a segundo o tercer o cuarto plano.
A un esclavo lo mueve la esperanza... o la codicia... o la fé. Pero en realidad sabe que si sigue haciendo lo mismo, no recibirá mas que lo mismo.
Sus palabras todavia retumban, él me ayudo con mi problema. Yo sabia que las mismas palabras y razonamientos aplicaban a él, a su condición, pero me dijo -No uses mis palabras en mi contra!. No seguí. Simplemente lo acompañé en su razonamiento, imaginado como su conciencia estaría como juez inflexible todo los dias de su vida recordandole que era un esclavo... y me dió pena por él. Su juez, ese tirano, ese dictador, estaria con él para hacerlo miserable.
Ojalá no fueramos esclavos, aunque el concepto contrario es desconocido para la mayoria de nosotros. Se pudiera comenzar por preguntar, ¿Cómo es que me sentiría libre? pero lo mas importante ¿Que voy a hacer al respecto?
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